Cómo desarrollar un estilo y confianza para sus clientes de desnudos implícitos
Esta es una traducción del post en Inglés de Jennifer Tallarico
Cuando se trata de fotografiar desnudos implícitos, no es tan fácil desnudarse como podría pensarse. Las poses suaves, la luz favorecedora y la confianza entre el cliente y el fotógrafo son esenciales para captar la imagen perfecta. Tener una sólida cartera de este género es esencial para atraer a nuevos clientes potenciales que puedan crear un vínculo con tu trabajo. Entonces, ¿cómo empezar a fotografiar looks implícitos si aún no se tiene una cartera que mostrar a los clientes potenciales?
Eric Snyder, propietario y fotógrafo de EAS Photography, situada en Hampton, NH, empezó a interesarse por la fotografía cuando iba al instituto. Poco después, se alistó en la marina estadounidense y sirvió durante ocho años. Su cámara estaba siempre en la mano mientras viajaba por el mundo, capturando todo lo que podía. En 2007, decidió que era el momento de iniciar su carrera profesional en la fotografía. Cuando trabaja en boudoir, escribe que empezar con esa primera cartera de desnudos implícitos viene de confiar en amigos y modelos.
Al iniciar una empresa boudoir, pida habitualmente a amigos de confianza que le ayuden a posar. Muchas veces, el uso de bodyscapes o de miradas anónimas podría incluso conseguir la cesión de modelos de muchas personas que quizá no podrían firmar una cesión completa debido a su empleo. Recurrir a su círculo de amistades de confianza o incluso a otros fotógrafos para que posen será un buen comienzo para ayudarle a crear la cartera boudoir en la que ha estado trabajando.
Hoy en día, cuando sus futuros clientes ven el trabajo que hace con antelación, ya confían en la calidad del trabajo que hay detrás de sus imágenes. Snyder también escribe que tiene una personalidad muy extrovertida y que le encanta hacer reír a la gente. «Si consigo eso, mis clientes se sienten más cómodos». Mientras que los modelos profesionales pueden llegar a una sesión y posar con naturalidad, un cliente normal y corriente estará nervioso, ansioso o incluso carecerá de la confianza necesaria para realizar este tipo de fotografía. Estar en un entorno divertido, ligero y relajado va más allá que un enfoque rígido y directo, como Snyder ha demostrado claramente.
Mientras trabaja en el estudio, mantiene una relación muy profesional con todos los clientes y modelos. Siempre hay una peluquera y maquilladora en el plató, lo que ayuda a aliviar los posibles nervios de los clientes. También es muy firme a la hora de no presionar a ningún cliente para que adopte una pose o un concepto con el que no se sienta cómodo. En un género que intenta sobrepasar los límites, el enfoque relajado de Snyder hace que el proceso resulte cómodo para el cliente y, a cambio, muchos deciden fotografiar los desnudos implícitos.
Cuando se trata de desnudos implícitos, Snyder prefiere la luz natural. Considera que produce una imagen más sombría, especialmente si intervienen factores ambientales como las líneas que atraviesan su cuerpo desde las ventanas. Su estudio se encuentra en un antiguo molino de ladrillo reformado de Nueva Inglaterra. Las grandes ventanas y las paredes de ladrillo visto proporcionan el flujo de luz y el fondo necesarios para sus imágenes. Al igual que en cualquier situación de luz natural, se empleará la hora del día o formas creativas de combatir la luz natural para favorecer el flujo de la sesión fotográfica completa.
Trabajar con poses puede ser un reto cuando no hay casi nada que cubra al cliente o a la modelo. Los detalles para comprobar que todo está cubierto para esos molestos policías de las redes sociales, pero manteniendo el aspecto sensual de la imagen, es un proceso muy afinado. Cuando se trabaja con vestuario o lencería, es fácil corregir las líneas de bronceado u otros problemas de la piel. Los desnudos implícitos plantean el problema de ocultarlos con sábanas o de realizar un trabajo de postproducción para conseguir un equilibrio de color uniforme en todo el cuerpo. Snyder trabaja tanto con modelos profesionales de agencias como con clientes primerizos.
La mayoría de mis clientes no publican las imágenes más «provocativas» en las redes sociales. Yo no publicaría nada con lo que no se sintieran cómodos. El respeto y la confianza son las dos cosas más importantes.
En la sesión en la que trabaja con modelos profesionales de agencia, habrá ocasiones en las que fotografiará los looks implícitos y anónimos para mostrar a los clientes potenciales que hay formas de mantener su identidad sin perder el impacto de la propia imagen.
Snyder utiliza colchones de aire para ahorrar espacio en el estudio. Los planos angulares y el uso de simples sábanas convierten cualquier colchón de aire en una cama de verdad sin que nadie note la diferencia. Tener la posibilidad de mover fácilmente la cama improvisada, o incluso quitarla por completo para algunas tomas, ayuda a que el rodaje sea más fluido. La ligereza del colchón de aire también permite a Snyder moverlo con facilidad cuando necesita ajustar el aspecto a la luz natural en movimiento. Cuando entra demasiada luz en el estudio, Snyder utiliza cortinas opacas para contenerla.
Dispara con la Nikon D4 y sus objetivos preferidos para boudoir son el Sigma Art de 85 mm 1,4 o el Nikon VRII de 70-200 mm. Se conecta a su MacBook Pro con Capture One Pro. Esto es preferible para él, ya que es rápido y tiene características que permiten la edición si es necesario en el acto. No utiliza mucho Photoshop durante el proceso de edición, ya que considera que sus clientes deben ser naturales y mantener la textura de la piel junto con los tonos naturales.
El respeto y la confianza que Snyder transmite a sus clientes genera a su vez confianza en su trabajo. Mantener una relación sana y divertida al tiempo que se mantiene intacta la profesionalidad permite que sus clientes se sientan a gusto cuando posan para estos looks implícitos. El estilo que aporta a sus sets es elegante y atemporal, como una tarde de domingo en la cama. El posado es fluido y simplista que cualquier cliente podría ejecutar.
Sigue el trabajo de Jennifer Tallerico en su web.
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